Los mitos vikingos, no entendidos como la mitología vikinga o las leyendas, sino como aquellos aspectos de la cultura vikinga que no son ciertos pero que nos han llegado como si lo fuesen, son algo en lo que me gusta hacer mucho hincapié en mis artículos y en mis explicaciones. ¿Por qué? Pues porque en muchos casos estos mitos son, lamentable y erróneamente, la base sobre la que muchos sustentan su conocimiento y su información sobre los vikingos. Si damos como buenos estos preceptos, nos será imposible conocer y aprender quiénes fueron realmente los vikingos. De modo que, uno de los primeros pasos a dar para adentrarnos en territorio vikingo es, sin duda, despojarnos de todos los mitos. Esto es algo que ya vengo haciendo siempre que tengo oportunidad en mis artículos, sin embargo, esta vez vamos a exponerlos todos juntos, para que sea fácil recordarlos y encontrarlos cuando nos sea necesario.

Así pues, para despojarnos de todas estas falsedades, he creado un Ciclo sobre Mitos Vikingos que se compondrá de diversas entradas en las que iré explicando algunas de estas falacias. He preferido crear un Ciclo por dos motivos, el primero, para no crear una entrada demasiado larga y el segundo, para no cerrarnos las puertas a futuros descubrimientos o hallazgos que nos hagan replantearnos ciertas cosas que sabemos de los vikingos.

La pimera pregunta que debemos plantearnos es ¿de dónde han salido todos estos mitos? Responder a esta cuestión es amplio y complicado, así que de manera reduccionista diremos que se basan en algunas ideas o hechos tales como:

  • Malas traducciones de los textos rúnicos o del nórdico antiguo a los idiomas modernos (intencionadas o no ya es otro cantar).
  • Intentos de barbarizar y menospreciar a los vikingos por parte de aquellos que sufrieron sus ataques.
  • Intentos de enaltecer a los vikingos a partir de algún tipo de conciencia nacional, como fueron las Sagas o como se hizo en los países nórdicos durante el surgimiento de los nacionalismos y el Romanticismo en el siglo XIX.

Comencemos a desentrañar los mitos.

Los vikingos NO…

1) …NO llevaron cascos con cuernos

Probablemente éste sea el mito más extendido sobre los vikingos y, para más inri, el que ha dado la imagen que todos tenemos de los vikingos.  ¿Quién reconocería un vikingo si no fuese por el casco con los cuernos? Esta pregunta me la hizo hace no mucho una persona muy importante para mí y me hizo darme cuenta de cuánta razón encerraban esas palabras.

horned helmet
Créditos: https://www.deviantart.com/skvor/art/Viking-horned-helmet-667793623

¿Cómo hemos llegado hasta esta imagen absolutamente distorsionada? Pues bien, hasta el siglo XIX ningún vikingo llevó un casco con cuernos. Se trata de una invención del pintor sueco August Malmström quien, en el año 1820, ideó una serie de ilustraciones  para el poema épico “La Saga de Frithiof” con el claro objetivo de hacerlos parecerse a los propios demonios y darles así una imagen de fiereza y brutalidad pagana en medio del furor nacionalista germano del siglo XIX. Años después, en 1876, se estrenó la ópera de Richard Wagner “El Ocaso de los Dioses” que hacía referencia a la mitología nórdica y, en concreto, al Ragnarök. Las ilustraciones que acompañaron los panfletos de la ópera estuvieron repletas de vikingos con cascos con cuernos, como los de Malstorm, lo que llevó a la popularización y el encumbramiento total del mito. Y de aquí, como sabéis, hasta Vickie el Vikingo, es la imagen por excelencia que la mayoría de gente tiene de los vikingos.

Sin embargo, lo cierto que no existen evidencias arqueológicas de ningún tipo que apoyen el uso de estos cascos que, en cualquier hipotético caso, podrían haber sido utilizados en ceremonias rituales en alusión al también hipotético casco alado que habría llevado Thor según las Sagas y la mitología nórdica.

Imagen de Gustav Malstorm.
Imagen de Gustav Malstorm.

2) …NO bebían en cráneos humanos

Sin duda se trata de otra de esas imágenes distorsionadas que nos han llegado sobre los vikingos. El origen de esta leyenda hay que buscarlo en la obra del médico y anticuario del siglo XVII Olaus Wormius quién en 1636 publicó Runir seu Danica literatura antiquissima, traducido al español, “Runas: la más antigua literatura danesa» y que se trataba de una compilación de transcripciones de textos en runas. El problema es que, por lo que parece, no siempre tradujo demasiado bien. Lo que los textos rúnicos originales, así como en nórdico antiguo nos dicen es que los vikingos bebían en cuernos curvos vacíos de animales, el típico cuerno vikingo que hoy en día nos venden en ferias medievales y recreacionistas. Por lo que se trata de una mala traducción al latín, en la que en vez de cuernos lo que Wormius vio – o quiso ver – fueron cráneos que terminaron por convertirse en los cráneos humanos de los enemigos de los vikingos. Como siempre, no sabemos si la traducción fue intencionada o no, lo que sí está claro es que esta derivación pasó a ofrecer un aspecto más bárbaro y más fiero de los vikingos, más salvaje y estigmatizado.

Por otro lado, y como siempre se trata de un hecho sustancialmente indicativo, no existe evidencia arqueológica alguna en ningún yacimiento de Era Vikinga en el que haya cráneos que nos indiquen esta práctica. Los cuernos de animales sí, los cráneos humanos tallados a modo de recipiente… no.

3) …NO practicaron el Águila de Sangre

Como sabéis el  Águila de Sangre era un método de tortura y ejecución mencionado en algunas sagas nórdicas consistente en practicar una o dos incisiones en la espalda de la víctima viva, a lo largo de la columna vertebral o a los lados de ésta para partir y sacar las costillas y extraer, a través del orificio los pulmones, que quedarían colgantes en la espalda, como unas alas sangrantes. Otras versiones hablan de esculpir a machete unas alas en la carne viva de los torturados, otras van hasta el extremo de aseverar que la forma de las alas se formaba con los propios intestinos de la víctima, algunos también aseguran que las heridas se cubrían con sal.

Sin embargo, además de la no existencia nuevamente de restos arqueológicos que sustenten la práctica – y si tan común llegó a ser, alguna evidencia en algún yacimiento se habría encontrado –, es más que probable que nos encontremos ante otro caso de traducciones dudosas. En este caso se habría tratado de la mala comprensión y, por ende, traducción de las abundantes figuras retóricas que utilizaron los escaldos o poetas nórdicos para adornar y dramatizar sus textos y que con el tiempo no se supieron entender y acabaron por ofrecernos las más rocambolescas historias.

Lo que habría sido el Águila de Sangre,
Lo que habría sido el Águila de Sangre,

Para saber más sobre el Águila de Sangre y el mito concreto pincha aquí.

4) …NO practicaron el pillaje como única forma de vida o medio de subsistencia

La imagen más popular que tenemos de los vikingos amén del casco con cuernos – es la de saqueadores e incursores cuya principal ocupación era la de practicar incursiones allá donde iban, robando, violando, saqueando y quemando todo cuanto quedaba a su paso. Sin embargo, nuevamente nos encontramos ante un mito.

Los vikingos apenas dejaron nada escrito sobre sí mismos y, hasta la aparición de la Arqueología y su ciencia o de la Ciencia Histórica, casi todo lo que teníamos para conocer a los vikingos eran las crónicas que nos dejaron aquellos contemporáneos que sufrieron los ataques vikingos, como por ejemplo las crónicas cristianas – como la Crónica Anglosajona – en las que, obviamente, la única imagen que tenemos de los vikingos es la de saqueadores, puesto que es, probablemente, la única vieron o quisieron ver aquellos que fueron atacados por ellos.

No obstante, hoy en día sabemos que los vikingos, principalmente y antes que saqueadores o incursores, lo que fueron es granjeros y comerciantes que pasaron la mayor parte del año cuidado de su granja y sus tierras y viajando para comerciar con sus productos. Habrían salido de expediciones – más o menos pequeñas – principalmente en verano si podían permitírselo y, parece ser, como un método alternativo de obtener riquezas rápidas. De hecho, muchos habitantes de los territorios considerados vikingos durante la Era Vikinga probablemente jamás salieron de expedición.

Si quieres saber más sobre quién fueron realmente los vikingos, pincha aquí.

5) …NO eran una sociedad bárbara, salvaje y analfabeta

Una vez más, fruto de que hasta hace bien poco las únicas fuentes que teníamos sobre los vikingos era eminentemente de una opinión negativa, la imagen que nos ha llegado es la de unos vikingos sucios, zarrapastrosos, salvajes, burdos y un largo etcétera.

Sin embargo, sabemos algunas cosas que echan por tierra este mito; los vikingos – siempre pensando en la época en la que existieron – eran una sociedad con un concepto de la higiene bastante “moderno” que se aseaba a diario, se bañaba todos los sábados, hacía la colada y cambiaba sus ropas con asiduidad y poseía impresionantes objetos para el cuidado de la higiene. Algo que, por ejemplo, no hicieron los cristianos hasta muchos siglos después.

Además, los vikingos cuidaron en exceso su aspecto físico, tanto en sus peinados como en sus formas de vestir que llegaron a ser sustancialmente refinadas. Sabemos que les gustaban los adornos, los abalorios, las joyas mañosamente labradas y los elementos decorativos, sabemos que les gustaban las prendas de ricas telas como la seda – que llegaban a ir a buscar mediante el comercio a lugares tan alejados cono Bizancio o Bagdad – y de colores llamativos y alegres como el rojo o el azul que decoraban con ricos bordados que realizaban ellos mismos con hilos de colores.

Y no sólo en el aspecto queda la cosa, el oficio de escaldo – poeta – fue uno de los más valorados entre los vikingos, estando éstos considerados socialmente a la altura de los nobles. Los vikingos no sólo disfrutaron del arte material, sino que los vikingos fueron una sociedad apasionada por el conocimiento – en este caso de tradición oral – que disfrutaron enormemente con la poesía, arte en la que alcanzaron cotas de refinamiento insospechadas para la época de la que estamos hablando. La poesía, la mitología y el conocimiento fueron algo absolutamente importante para los vikingos, no olvidemos que su dios principal, Odín, no sólo era considerado el dios de la victoria o la guerra, sino también el dios de la sabiduría que no dudó en ofrecer su ojo en el Pozo de Mímir para alcanzar la sabiduría y el conocimiento de las runas.

Set de aseo Era Vikinga compuesto por pinzas, limpiauñas, earspoon y una llave.
Set de aseo Era Vikinga compuesto por pinzas, limpiauñas, earspoon y una llave.

Para saber más sobre la higiene vikinga pincha aquí.

Para saber más sobre los peinados vikingos pincha aquí.

Próximamente, más entradas en el Ciclo sobre Mitos Vikingos.

Bibliografía:

  • BOYER, Régis. La vida cotidiana de los vikingos (800-1050). José J. de Olañeta, ed, Palma de Mallorca, 2005.
  • COHAT, Yves. Los vikingos, reyes de los mares. Ed. Aguilar Universal, Madrid, 1989.
  • DUMÉZIL, Georges. Del mito a la novela. Ed. Fondo de cultura económica, Madrid, 1993.
  • GRIFFITH, Paddy. Los vikingos el terror de Europa. Ariel, Madrid, 2013.
  • HALL, Richard. El mundo de los vikingos. Ed. Akal Grandes Temas, Madrid, 2008.
  • JONES, Gwyn. A History of the Vikings. Oxford: Oxford University Press, Londres, 1968.
  • OXENSTIERNA, Eric Graf. Los vikingos. Ed. Caralt, Barcelona, 1977.
  • SAWYER, Peter. The Oxford Ilustrated Histiory of the Vikings. Oxford University Press, Oxford, 1997.
  • VELASCO, Manuel. Breve historia de los vikingos. Ed. Nowtilus, Madrid, 2012.
  • http://www.hurstwic.org
NOTA: La bibliografía utilizada para esta sección es enormemente amplia, lo que yo os ofrezco es un compendio de aquellos libros que más he utilizado y a través de los que podéis obtener una imagen fiel y fidedigna de los vikingos. En los artículos a los que os remito podéis encontrar bibliografía más detallada.